8 De Marzo, día de la Mujer Trabajadora.

Parece mentira que a día de hoy todavía haya personas, particularmente hombres, que se pregunten por qué la mujer tiene un día propio y ellos no. Parece mentira que se les olvide a todas esas personas, que llegar a tener ese día no ha sido un camino fácil. En efecto, no ha sido un camino fácil, millones de mujeres de todo el mundo han tenido que luchar con toda su alma y sus fuerzas para reivindicar sus derechos, sus derechos en un mundo que desde tiempos inmemoriales las ha tratado con injusticia, inferioridad y dureza. Desde la posibilidad de estudios hasta el derecho a voto, pasando por cosas tan esenciales y necesariamente humanas como es el derecho a la libre elección de pareja ,han sido un objeto de lucha constante para ellas, ellas que no se han rendido ante la injusta superioridad del hombre, que frente a la rabia han sabido sacar lo mejor de sí mismas para hacerse notar en la sociedad, ellas, científicas, médicas, escritoras, o simplemente amas de casa que han tenido que maquillar sus descubrimientos bajo capas de pintura con nombre de hombre para que se les tenga en cuenta. Un camino difícil, por el que todavía queda mucho por recorrer, y que, hasta que no erradiquemos la violencia contra la mujer, los abusos contra ellas, la inferioridad y desigualdad de posibilidades en el trabajo, la humillación ya sea pos causas religiosas o culturales, hasta que no llegue ese día, seguirá habiendo una mujer que pelee por sus derechos, que merezca este día ,este 8 de Marzo que está dedicado a las mujeres que luchan, que lucharán y que han luchado, aunque particularmente opino que este día es tan solo un referente, porque en realidad todos los días del año se las tendrán presentes , por su entrega, por todas aquellas que cuidan de una familia y trabajan, por todas aquellas que han sufrido el ataque de sus parejas, por todas aquellas que han contribuido en el avance de nuestra especie, por todas aquellas que han sabido educar a sus hijos de la mejor manera, por todas aquellas me siento orgullosa de ser mujer.

Ana Belén García Caro 1º de Bachillerato B